Chico Buarque de Holanda: Samba de Orly

septiembre 21, 2007

Chico Buarque de Holanda es uno de los mejores compositores de la música popular brasileña. Destaca por sus letras intimistas y por su compromiso con la oposición a la dictadura militar que gobernó Brasil durante 20 años desde 1964. Sus letras comprometidas le obligaron a exiliarse en Italia en 1969.

Samba de Orly es una de sus canciones que más me gustan. Habla del sentmiento de morriña o saudade de los exiliados brasileños en Europa y de sus ganas de volver a su país.

Aquí le vemos interpretándola con Toquinho que le acompañó en aquella época de gira por Italia:

Religión en Brasil

septiembre 6, 2007

Pintar Brasil sin hablar de religión es dejar el retrato incompleto. La existencia de Dios para la inmensa mayoría de los brasileños es algo indiscutible. El 90% de los brasileños se declaran cristianos (75% católicos, 15% protestantes). El resto se reparte entre agnósticos y ateos (7%), seguidores del candomblé africano, budistas de la amplia comunidad japonesa, testigos de jehová y musulmanes, que son una minoría de unas 30.000 personas. El porcentaje de ateos es muy inferior a la media europea, un 25% fente a un 7%.

Un día mientras paseaba por Copacabana, en Río, me paré un momento a ver a un grupo de personas tocando diversos instrumentos y cantando. Al momento de pararme, una chica que estaba justo al lado me sonrió y comenzó a contarme quiénes eran. En resumen, hablaba de que pertenecían a una iglesia evangélista que trataba de hacer llegar la palabra de Dios y de Jesucristo a aquellos sitios donde no llegaba una biblia. En todo momento no paraba de sonreir y estaba acompañada de otra chica, también muy joven, que no hablaba pero asentía en todo momento a lo que su compañera me contaba. Al final de contarme todo lo que hacían me fue a dar algún documento para afiliarme o informarme y yo le dije que no era su público objetivo ya que no soy creyente. A juzgar por su cara se quedó bastante impresionada pero no dudó en intentarme convencer de la existencia de Dios. Utilizó el típico argumento de: ¿quién ha creado todo esto? Yo le respondí que era una pregunta muy compleja sobre la que trabajaba mucha gente desde que el hombre es hombre. Al momento su compañera me acercó una biblia y comenzó a leer el primer versículo del libro del Génesis. Le dije que no era necesario. Me recomendó leer con atención la Biblia y yo, al mismo tiempo, le recomendé El Origen de las Especies de Darwin.

Por cierto, hablando de este libro con una brasileña que se suponía tenía una buena formación académica, se rió de mí cuando le dije que creía en la teoría de la evolución. Me dijo que ella tenía claro que no había evolucionado de un mono. Por lo visto, gran parte de la población brasileña rechaza esta teoría y no se enseña en las escuelas.

Durante mi viaje he visto el papel tan importante que juega la religión en el día a día de los brasileños. Hay iglesias por todas partes, predicadores en televisión, la palabra Deus es una constante en cualquier conversación, frases de la Biblia en todas partes, ¡hasta en los guarbarros de los camiones!

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Mención aparte merecen las iglesias evangélicas o evangelistas que se propogan por Brasil rápidamente y que día a día le comen terreno a la Iglesia Católica. Están en cada esquina. Estas iglesias son muy criticadas por la pasta que manejan. Por lo visto, piden el 10% de los ingresos de sus feligreses. A juzgar por las enormes iglesias que construyen en algunas ciudades parece cierto que tienen mucho dinero.

Está claro que cuando peor lo pasa un pueblo más necesidad tiene de aferrarse a una religión. Estando en Marabá, una de las zonas más pobres de Brasil, acompañé un día a mi tío Miguel, un cura jesuíta, a una de sus misas y pude comprobar como para muchos de ellos era un momento de fiesta, de reunión con su comunidad. Cantaban canciones y hablaban públicamente de los problemas que les acechaban. En su infierno particular diario necesitan pensar que algún día habrá un juicio que les compense por tanto sufrimiento. Una niña madre soltera de 14 años con 2 hijos que trabaja 14 horas diarias para sacarles adelante no puede pensar otra cosa. Si no fuese alguna vez compensada de alguna manera, la vida para ella sería una tomadura de pelo. Sencillamente no se puede permitir no creer en un mundo mejor después de una vida terrenal de sufrimiento.

Para nosotros, sin embargo, desde nuestro cómodo «primer mundo», no creer, es otro de los lujos que nos podemos permitir. 

No tiene nada que ver con Brasil, pero no puedo evitar comentar algo que he leído hoy y me ha impresionado mucho. He leído una noticia sobre un inmigrante africano que se ha quedado tetrepléjico después de una paliza que le ha dado un descerebrado de Alcalá de Henares simplemente porque es negro. La noticia en sí te abre las carnes, pero si encima resulta que el hijo de puta que le dió la paliza sigue suelto por las calles de Alcalá, solo puedes sentir impotencia, repulsión y desesperanza por el funcionamiento de nuestra justicia. En cualquier caso, por mucha justicia que se haga, nadie le va a devolver su cuerpo a a Miwa (así se llama el hombre que sufrió la paliza).

Me gustaría creer que se le compensará en otra vida, pero desgraciadamente, creo que no será así.

Bandera de Brasil

agosto 28, 2007

Me gusta la bandera de Brasil. Por su originalidad, por sus colores y por su significado.

El verde representa la riqueza vegetal (riqueza natural) en sus selvas, especialmente la amazónica y la atlántica.
El amarillo representa el oro (riqueza mineral).
Las constelaciones de la bandera y el azul representan el cielo, visto desde fuera de la esfera celeste, en Río de Janeiro a las 8:30 horas del 15 de noviembre de 1.889, fecha en la que se instauró la República de Brasil.
Cada estrella representa cada uno de los estados de Brasil, siendo el de Pará el único por encima de la banda intermedia ya que es el único estado con una parte del territorio por encima del Ecuador.
La estrella que se encuentra más abajo representa al distrito federal, Brasilia, ya que, a pesar de ser la más pequeña, todos las demás estrellas (estados) giran entorno a ella.
La frase «Ordem e Progresso» es una abreviatura de la frase del positivista francés Auguste Comte, El amor por principio, el orden por base, el progreso por fin.

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¿Es Brasil inseguro?

agosto 27, 2007

Después de haber estado un mes deambulando por este país puedo decir que Brasil no es tan inseguro como lo pintan. Se oye de todo de gente que ha estado en Brasil o de gente que no ha estado pero ha oído que un amigo de un amigo fue asaltado y después violado…En fin, creo que se habla demasiado y no es para tanto. He estado en Río diez días, en Bahía otros diez, en Brasilia, Manaus, Marabá y Sao Paulo, y afortunadamente no he tenido ningún problema. Tampoco he visto que ocurriese ningún incidente con otras personas. Puedes leer en foros de turismo que en Río hay que limitarse a las zonas turísticas y ni siquiera salir de noche. Perderse la noche de Río es perderse uno de sus grandes atractivos. No es cuestión de no salir y quedarse agazapado debajo de la cama del hotel, se puede salir tranquilamente siempre tomando unas pequeñas medidas de precaución:

– Lo fundamental: No llevar nada de valor. Ostentar es convertirte en una perita en dulce para cualquier atracador. Nada de oro, de reloj caro, de vestimenta de marca o de coche bueno. Hay que llevar lo imprescindible, es decir, un poco de dinero para el día y la fotocopia del pasaporte. En cuanto a hacer fotos no es muy recomendable llevar una megacámara de fotos de muchos megapíxeles y pedazo de objetivo porque problemente te la arranquen del brazo de una pasada en moto. Es mejor llevar alguna más compacta que puedas llevar en la mano o idealmente, en el bolsillo. !No llevar tarjetas de crédito encima! Sólo el dinero necesario para el día. Si te atracan y llevas tarjetas es probable que la situación no se quede en un susto y se prolongue unas horas ya que tus amigos atracadores te llevarán de gira por unos cuantos cajeros sacando dinero e incluso te pueden retener hasta el día siguiente o varios días para ir sacando el límite diario de la tarjeta cada día.

Esto es algo que los brasileños con dinero saben bien y es difícil ver ostentaciones tipo cochazos, joyas, ropa cara, etc. aunque se lo puedan permitir.

El valor de lo que llevas encima es proporcional al miedo de ser asaltado y a ser asaltado de facto. Cuando no llevas nada, vas caminando tranquilamente como uno más, ya que lo máximo que te puede pasar es que te quiten algo de dinero y pasas desapercibido. Por contra, si llevas algo que no quieres que te quiten por nada del mundo, lo llevas escrito en el careto y es más probable que algún indeseable se fije en tu cara de «acojonao».

– No andar por calles o playas solitarias por la noche: en ciudades como Río los cariocas saben bien por donde se pueden meter o por donde puede resultar peligroso. Como turista, como no tienes ni idea de por donde andar, la única regla que puedes seguir es no meterte de noche por zonas en las que no ves ni un alma. Sencillamente porque atracarte en esa situación es de lo más fácil.

– En las playas de Río llevar menos cosas todavía. Especialmente si quieres bañarte es probable que si llevas algo de valor no esté cuando vuelvas a secarte relajadamente al sol. Hay un grupos de niños rateros que llaman «los capitanes de la playa». Son rapídisimos y si te cogen algo hay muy pocas probabilidades de que logres pillarles.

Yo pasé unas cuantas situaciones en las que tuve muchas probabilidades de ser asaltado. Una fue al salir a las 4 de la mañana del concierto de la favela. Me dijeron que habría taxis a la salida pero cuando salí solo no había ninguno. Favela + noche + gringo «branquinho» = peligro inminente. Estuve esperando un buen rato y no vino ninguno, al cabo de un rato salieron otros dos del concierto y comenzamos a bajar caminando hasta que al cabo de un rato pasó un amigo en coche que nos llevá hasta el centro. Hubo suerte.

Otra fue el último día que estuve en Río que pasé por una zona cerca de la catedral en la que sólo había un grupo de chavales de las favelas con sus botellas de cola. No pasaba nadie por allí, pero si no pasaba tenía que dar mucho rodeo así que pasé por delante de ellos. Excepto unos comentarios que no entendí muy bien, nada me pasó. Dirían algo así que coño hace este gringo turistilla pasando por aqui.

Mis recorridos nocturnos en Salvador desde El Pelourinho hasta mi pousada en Santo Antonio tampoco eran de lo más seguros, pero por suerte tampoco me pasó nada. Alguna noche había policía justo antes de subir a Santo Antonio.

Hablando con brasileños del tema, me decían que no me fiase de mi experiencia porque había tenido suerte. Pero creo que ellos también a veces exageran un poco porque luego les preguntas cuántas veces han sido asaltados y te dicen que 2 ó 3 en su vida. Sin embargo, en ciudades donde la pobreza es extrema como en Marabá me contaron que la gente es capaz de matar por una bicicleta y las casas son constantemente asaltadas.

Otra cosa que leí en alguna información para turistas era que cuidado con alquilar un coche porque un coche de alquiler es sinónimo de tener dinero y que, por tanto, había muchas posibilidades de ser asaltado. Una gilipollez como un templo. Las compañías de alquiler de coches saben bien lo que hacen y no colocan ningún distintivo que identifique que es un coche de alquiler. Es decir, conduces un coche entre el tráfico y eres uno más. Yo conduje 1.200 kms de día y de noche por las carreteras de Bahía y sin problemas. Coger autoestopistas tampoco es peligroso, normalmente son gente humilde sin peligro y con ganas de conversar.

Ves muchos coches con cristales tintados con la función de que un posible asaltante no pueda identificar un blanco más fácil dentro de un coche. A la postre, esta medida es bastante inútil porque suelen relacionar los cristales tintados con dinero, siendo mejores botines, por lo que los cristales tintados se quedan sencillamnete en una muestra de estatus que aumenta el peligro.

En definitiva, no cabe duda de que Brasil en general y Río en particular son más inseguros que cualquier país europeo y hay mucha violencia. Río está lleno de armas y en determinadas zonas están en estado de guerra entre traficantes rivales o entre traficantes y la policía. Sin embargo, se trata del otro Río, son favelas en las que un turista no pone el pie. Las zonas turísticas no son peligrosas y lo máximo que te puede pasar es que te quiten los dos duros que llevas encima.

Hay que tomar precauciones y no ser excesivamente confiado pero en general las intenciones son buenas en la inmensa mayoría de los brasileños.

Castelinho 38, una gran pousada en Río

agosto 25, 2007

He vuelto a Río para coger un avión mañana de vuelta a España. He venido directamente a a la misma pousada en la que estuve la primera vez que vine a Río, Castelinho 38, en el barrio bohemio de Santa Teresa. Fue un acierto total venir a esta pousada ya que desde el primer momento me sentí como en casa. Todo el personal es gente joven que te ayuda en todo, te recomiendan buenos sitios para ir e incluso, como yo estaba sólo, las amabilísimas Mariel y Alice, me dieron la oportunidad de salir con ellas y sus amigos.

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La pousada es una casa antigua con unas vistas estupendas de Río. Los suelos son de madera y los techos altísimos. Te invitan a que en cualquier momento vayas a la cocina a coger comida y bebida. Tiene una pequeña terreza con todo tipo de bebidas, te sirves lo que quieres y después simplemente lo apuntas en un papel, con total confianza en el huésped. Tienen un ordenador a disposición del cliente totalmente gratis, en la mayor parte de las pousadas te cobran por Internet.

En el espacio principal de la pousada, Stefano, el dueño, organiza exposiciones temporales de artistas del barrio:

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Está situado en el barrio de Santa Teresa que se encuentra cerca del centro y de Lapa pero no muy cerca de Ipanema y Copacabana, aproximadamente 20 minutos en taxi. Yo preferí quedarme en Santa Teresa porque el barrio me pareció más interesante que otras zonas más turísticas. Santa Teresa es como un pequeño pueblo dentro de una gran ciudad. La mayor parte de sus moradores son artistas y el ambiente es excelente. Los miércoles hay noche de Samba en un bar que se llama Simplesmente y el ambiente de integración es sensacional. Además está cerca del centro que tiene muchas atracciones y de Lapa, el barrio de música y bares por excelencia. Si lo que se busca es algo más turístico y más playa lo mejor es mantenerse en Ipanema y Copacabana.

Sólo dos puntos negativos: en las habitaciones de la planta baja se oyen demasiado los ruidos de la de encima y el desayuno no es demasiado bueno en comparación con otras pousadas de precio similar en las que estuve. Precio: 150 – 180 reales por noche (60 – 72 eur).

Fue el sitio perfecto para conocer Río y su gente a fondo. Lo mejor de Castelinho 38, su personal, a los que espero volver a ver pronto:

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Caetano Veloso

agosto 24, 2007

No puedo terminar mi pequeño recorrido por los grandes de la música brasileña sin hacer un pequeño homenaje al baiano Caetano Veloso. El otro día pasé por Santo Amaro, Bahía, donde nació hace 65 años. Este compositor, guitarrista y cantante es uno de los músicos brasileños más influyentes de los últimos 30 años. Formaba parte de una familia de 8 hermanos, algunos de ellos músicos, como su hermana pequeña, la cantante María Betanha, a la que él mismo bautizó, inspirándose en una canción de la época.

Su carrera empezó a finales de los 60 fuertemente influenciado por la bossa y muy en especial por el guitarrista Joao Gilberto. Su mayor contribución a la música popular brasileña fue la creación junto a Gilberto Gil, María Betanha y Gal Costa, del movimiento del Tropicalismo. Este movimiento abrió la música brasileña a influencias extranjeras de éxito en aquel momento en todo el mundo como el rock y la psicodelia. El Tropicalismo fundía todo tipo de música brasileña con guitarras eléctricas, los Beatles, Jimi Hendrix, etc. En un principio este movimiento fue muy criticado por la intelectualidad brasileña que temía que se perdiese parte de su identidad. Después, pudieron comprobar que no sólo no se perdía si no que se revitalizaba ya que el Tropicalismo tiene una profundas raíces en todos los estilos de música brasileña y además permitió una más fácil exportación a otros países.

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La dictadura militar que duró en Brasil hasta 1.985 censuró e incluso prohibió algunas de sus canciones por ser «antibrasileñas» o izquierdistas. Su compromiso social le obligó a exiliarse en 1.969 junto con Gliberto Gil (actual ministro de cultura) a Inglaterra, tres años después volvió a Brasil.

Caetano Veloso es un artista muy prolífico con más de 50 discos y bandas sonoras de películas como «Hable con ella». Esta es la canción que más fama le dió en España (después de 30 años de carrera), «Cucurrucucu Paloma»:

Un día perfecto en Trancoso

agosto 23, 2007

Cuando me levanté por la mañana en Trancoso hacía un día de sol perfecto, sin una nube, el primero en muchos días de lluvia. Desayuné mientras veía a los chavales jugar al fútbol en el Quadrado. La vista de la costa desde detrás de la pequeña iglesia era espectacular, decidí tirarme todo el día en la playa.

Según bajé a la playa empecé a caminar hacia la derecha varios kms, cada vez que veía una playa que me gustaba me quedaba un rato y después continuaba. Me llamó mucho la atención que no había prácticamente nadie. Después me dijeron que es que para la gente de allí hacía frío, ese día estábamos a unos 25 grados, lo que para mí era perfecto.

Me quedé impresionado de lo poco que había construido en la playa, algo que pude comprobar también en Itacaré. Por lo visto está muy protegido y aunque son sitios con mucho turismo no se ha permitido la construcción de megacomplejos hoteleros o de apartamentos. Es curioso que en España, un país supuestamente más avanzado, nos hayamos cargado toda la costa, algo que todavía se sigue haciendo con lo poco que queda sin construir.

Las playas que más me gustaron fueron la de Río Verde y la del Espelho. Estas playas tienen barreras de coral que forman piscinas naturales de agua transparente:

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Cuando desperté de una siesta en la playa de Río Verde, dos chicas se acercaron y se pusieron a jugar al fútbol, a lo que no dude ni un minuto en preguntarles si me podía unir. Al cabo de poco tiempo vino el novio de una de ellas y echamos un dos contra dos. Le puse casta, coraje, clase, calidad y todas las tonterías que se suelen decir de la selección española antes de un mundial, para demostrarles por qué en nuestra historia nunca hemos ganado nada…

Después me dí un paseo de vuelta a Trancoso con la puesta de sol. Yo sozinho, no quedaba un alma. A mi derecha todo el océano hasta África. A mi izquierda palmeras y vegetación exhuberante. Como dirían Vinicius y Toquinho en su tema «Tarde em Itapuã»: Bem devagar ir sentindo a terra toda a rodar…

Comer barato en Brasil

agosto 22, 2007

En Brasil por dos duros puedes comer muy bien. Por todas partes hay lanchonetes que son sitios de comida rápida en los que tienes sandwiches, empanadas, pao de queijo (panes de queso) y sucos naturales de frutas que están buenísimos. Llaman vitamina al zumo con leche, un batido vaya. Casi siempre te los hacen en el momento con frutas frescas, cosa difícil de encontrar en España. Cuestan como máximo 3 reales, un poco más de un euro…

Lanchenette muy popular en Río de Janeiro:

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En la foto se pueden ver las mil variedades que tienen de empanadas y panes de queso.

También muchos sitios de comida al peso. Son bufés enormes con ensaladas, diferentes platos de carne y pescado, arroz, feijoada y postres. Por unos 8 eur te puedes poner hasta las cejas.

Otra opción es la del rodizio en el que pagas un precio fijo y puedes comer hasta reventar. Los hay de carne en churrascarias, de pizza, de pescados, etc. Hay rodizios muy baratos y otros más caros. En las mejores charrasquerías tienes rodizios con todo tipo de comida además de las mil carnes que no te paran de traer. Ensaladas, sopas, sushi, pastas, arroces, y si quieres algo y no tienen te lo hacen en el momento. Cuestan como máximo 35 eur por barba.

Trancoso y su Quadrado

agosto 22, 2007

He pasado mis últimos días en el encantador pueblo de Trancoso al sur de Puerto Seguro, Bahía. Llegué por la noche después de haber conducido unas cuantas horas desde Itacaré. Por el camino no pude evitar hacer un par de paradas en playas que me iba encontrando. Por ejemplo, encontré ésta detrás de una curva:

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Cuando llegué a Trancoso estaba ya bastante cansado de moverme y, por su tranquiladad, es el sitio perfecto para relajarse.

Mi pousada se llama Portobananas y está en el Quadrado de Trancoso. El Quadrado es un rectángulo, más que un cuadrado, de césped en un alto con vistas al mar. Este pequeño rectángulo está protegido como patrimonio de la humanidad por la Unesco. Los jesuítas fundaron aquí una misión en 1.586 con el fin de evangelizar a la tribu de los indios Pataxós. De esa época sólo se conserva una pequeña iglesia blanca al fondo del Quadrado. Detrás de la iglesia hay un mirador desde el que se puede disfrutar de una preciosa vista del mar. A los lados hay pequeñas tiendas y restaurantes, pintadas de vivos colores, en lo que antes eran las pequeñas casas de los indios.

Desde pronto por la mañana llegan los meninos para jugar al fútbol en el césped del Quadrado, vendedores ambulantes colocan sus puestos de artesanía y empiezan a llegar los turistas. Trancoso es muy turístico pero ha sabido conservar su encanto. Al igual que en Itacaré muchos brasileños y extranjeros se han quedado a vivir aquí en busca de tranquilidad y naturaleza. En los años 60 y 70 muchos hippies se asentaron en estos pueblos.

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Cuando el Quadrado es realmente especial es por la noche. La noche que llegué yo, me quedé prendado. No sabía lo que me esperaba. No tenía ni idea de cómo llegar al hotel y le pregunté a un niño que estaba en calle que era de lo más espabilado. Inmediatamnete me dijo que era guía y que me llevaba. Le dije a Leonardo que se subiese al coche y en el trayecto me informó de pousadas, restaurantes y playas. No tenía más de 9 años.  

Cuando entré en el Quadrado me encontré un campo de césped donde había caballos sueltos tranquilamente pastando, al fondo una pequeña iglesia blanca iluminada y a los lados pequeñas casas de colores con restaurante iluminados con velas. Arriba sólo estrellas. El único sonido que se oía era el del mar. Después una estupenda cena en Japaino, curiosa fusión de cocina japonesa y baiana.

La vuelta a Madrid va a ser muy dura…

Pequeño doble altercado con la policía brasileña

agosto 20, 2007

Según volvíamos mi guía y yo en coche hasta Itacaré, un policía nos dió el alto en un puesto de control. Me pidió mi documentación y no la llevaba encima. Le traté de explicar que no me suelo de llevar el pasaporte cuando me voy de excursión a bañarme en cascadas. Tras pensárselo bastante me dijo que fuese a buscar la documentación y se quedó con la del coche.

Ya en el pueblo de Itacaré, en un increíble golpe de mala suerte, tras intentar entrar en una calle que estaba cortada por obras, me metí sin darme cuenta en una calle prohibida para mi dirección. No había ningún tipo de señal de prohibido ni nada parecido. Total, justo en ese maldito sitio había un cuartel de la policía y me vieron mientras estaban en la parte de fuera tomándose unos cafezinhos. Uno de ellos se puso a gritarme bastante mosqueado y también me pidió que le enseñase el pasaporte y el carnet de conducir…Le dije que cómo coños iba a saber que era prohibido si no había una señal y él, sin mirarme a la cara, me hizo un comentario tipo «los gringos lo queréis todo tan claro…» Le explicamos que otro policía ya me lo había pedido y que estábamos de camino para recoger la documentación. Nos dijo que fuésemos a buscarla y que se la llevásemos a él también.

Total que en 5 minutos me encontraba camino de enseñar mi pasaporte a 2 policías con ganas de ponerme una multa. Tras recoger mi documentación en mi pousada, fuímos en primer lugar al policía más cercano, el del cuartel. Según llegamos nos dijo que nos metiésemos dentro del cuartel. Allí había varios policías. Me dijeron que me iban a multar por saltarme una señal de prohibido y que la multa era de bastante dinero, no sabían cuánto. El espabilado de mi guía les dijo que seguramente se podía solucionar de alguna otra manera, que a lo mejor les podíamos comprar un refresco…ahora lo pienso y me descojono. Yo me imaginaba que lo único que quería era pasta de un turista despistado pero no me hubiese atrevido a proponérselo y menos en mi portugués macarrónico. Niu hizo el trabajo por mí. El policía me dijo que saliese fuera para que Niu hiciese de correo entre ellos y yo. Yo no sabía cuánta pasta había que darles y tampoco llevaba mucha encima. Cuando vino Niu a recoger el soborno me dijo que iban a necesitar una buena cantidad para quitarme la multa…Le dí a Niu un billete de 20 reales (unos 8 eur!) y aceptaron!

Después nos dirijimos hacia el puesto del otro policía y misma operación. En un principio parecía más honesto y dijo que me iba a multar por no llevar mi documentación encima. Niu le ofreció el refresco de rigor y después de pensárselo un poco, le dijo que se bajase del coche. Al cabo de un rato vino Niu con mi pasaporte para que le metiese dinero dentro para dárselo al policía. Le dí lo que me quedaba, 10 reales (4 euros) y también aceptó. Según le estaba dando Niu el dinero cometí la gran estupidez de coger la cámara para hacer una foto de la transacción por el espejo retrovisor, con la idea de denunciarlo después de alguna manera. Según cogí la cámara y me dispuse a hacer la foto el policía me vió moverme y vino rápido hacia el coche. En un segundo guardé la cámara en la guantera lateral. Me dijo que ni se me ocuirriese volverme a mover…se me pusieron de corbata.

Los policías brasileños también quieren saborear un poco del jugo de los turistas, que todos exprimen como pueden. Por lo visto, cobran bastante poco y lo que me ocurrió es su práctica habitual para recaudar fondos extras. Si te ponen una multa no catan un duro.

En fin, una experiencia más en Brasil por poco más de 12 euros.